Qué y cuándo comer para hacer deporte de forma efectiva
Según las comidas que hacemos cuando practicamos una actividad física, ya bien sea antes, durante o después de esta, condicionará la efectividad y el bienestar de nuestro metabolismo y su forma de actuar.
Comer antes de hacer ejercicio
Debemos evitar comer grasas o hacerlo ligeramente, ya que a nuestro organismo le cuesta más digerirlas y esto puede provocarnos fatiga.
Intentar comer alimentos ricos en carbohidratos de lenta absorción, ya que nos proveerá de nutrientes y vitaminas. Como pueden ser la zanahoria, el apio, los espárragos, el ajo, los albaricoques, kiwis, piña, nueces y semillas crudas, arroz y una larga lista de carbohidratos que nos harán sentir llenos después de consumirlos.
Beber bastante líquido. Hay que tener en cuenta que el ser humano es en un 60% agua y es esencial mantener este porcentaje para que nuestras funciones vitales y nuestro metabolismo funcione correctamente y no falle. Ya que con el ejercicio nuestra temperatura corporal aumenta con lo cual sudamos para refrigerarnos y con ello perdemos una cantidad considerable de agua. Por esto es muy importante mantenernos correctamente hidratados.
Si practicamos un ejercicio de larga duración es recomendable añadir a nuestra dieta un poco más de sal o tomar agua rica en sales. Así nos ayudará a que nuestro cuerpo retenga líquidos y no nos deshidratemos.
Comer durante el ejercicio
Si la actividad física es de corta duración o de intensidad media o baja , es suficiente con beber agua. En cambio si nuestras sesiones de entrenamiento o competición son prolongadas o de mayor intensidad, es preferible beber una bebida isotónica, ya que nos aportará glucógeno muscular y sodio entre otros electrolitos. Además nos aportará una pequeña pero suficiente parte de hidratos de carbono, entre 6 y 8 gramos por cada 100ml de bebida isotónica.
Comer después de hacer ejercicio
Si el ejercicio realizado es de larga duración e intensidad media o alta, es bueno tomar una bebida isotónica acompañada de algunos carbohidratos, siempre entre 15 y 20 minutos después del ejercicio y preferiblemente no pasados más de 30 minutos.
Debemos tener en cuenta que los carbohidratos que hay que ingerir después del ejercicio deben de ser de rápida asimilación, a diferencia de los que debemos consumir antes del ejercicio (lenta asimilación) como por ejemplo frutas, galletas, patatas, etc.
También debemos introducir alimentos de proteína biológica como huevos, leche de soja o de vaca, jamón, nueces, almendras, etc. Nos ayudará a mantener una masa muscular adecuada y a crear nuevas fibras musculares.
En definitiva, para realizar cualquier entrenamiento u actividad física es importante seguir una dieta adecuada si queremos conseguir nuestro objetivo aunque solo sea mantenernos en forma y llevar una vida saludable. Por ello debemos llevar una dieta según nuestras necesidades y si no estamos seguros de que es lo que mejor nos conviene, siempre la mejor solución es acudir a un especialista para que nos haga un estudio personalizado que dependa de nuestro cuerpo y de nuestra práctica deportiva.